Cinco perros había en el parque. Uno amarillo, grandote y tonto, con una correa roja. Un chiquitín, marrón con los ojos amarillos y una plaquita morada. Un perro negro, con muchas canas, ya sin ganas de jugar y una bufanda roja y verde de navidad. Un grandulón, negro con patas cafés y el hocico blanco. Y mi perro, el más dulce de todos, orejón, cafe, negro y blanco.
Parece que va a llover y todos los perros se ponen nerviosos. A los perros no les gusta cuando llueve. A la gente que vive en las ciudades tampoco les gusta cuando llueve. Pero aún así, aveces llueve.